Las altas capacidades son una realidad compleja y están presentes en un 5% de la población.
Está demostrado científicamente que hay personas que nacen y crecen con una mente diferente, con talentos y capacidades que si no se desarrollan se pierden.
Es necesario un abordaje integral teniendo en cuenta tanto aspectos de la persona (cognitivos y emocionales) como del entorno con el que interactúa.
Las altas capacidades no son el resultado de un test, son algo más…
La detección es la fase previa a la evaluación de las capacidades. En esta detección han de participar todas las partes: la familia, el centro educativo, compañeros y el propio alumno. Realizamos la detección tanto de forma individual como colectiva. La validez y fiabilidad de los cuestionarios de detección es elevada.
La evaluación de las capacidades de cada persona es un paso necesario y previo a cualquier intervención. Con esta evaluación pretendemos obtener un perfil tanto de fortalezas como de debilidades personales, así como de barreras y oportunidades del entorno. La evaluación ha de incluir pues variables relacionadas con: inteligencia, motivación, personalidad, desarrollo, rendimiento, comportamientos, creatividad, sociabilidad, entorno, etc.
Las personas con altas capacidades suelen presentar necesidades tanto educativas como de apoyo psicológico para adaptarse al entorno y para conocerse a sí mismas. La intervención dependerá de cada caso. La mayoría de las intervenciones se centran en alguno o varios de los siguientes aspectos; Autonomía y gestión de las capacidades y talentos, desarrollo y mejora de la autoestima y el autoconcepto, potenciación de las habilidades de relación social, apoyo en la gestión emocional y en la toma de decisiones, apoyo en la planificación académica, vocacional y profesional, desarrollo de centros de interés y plan de aprendizaje personalizado.
Las familias necesitan conocer las características de sus hijos y saber cómo ayudarles. La participación de la familia en todo el proceso de detección, evaluación e intervención es fundamental. Cuando las familias entienden y comprenden la realidad de sus hijos les es mucho más fácil acompañarles en su desarrollo y tomar decisiones ajustadas. Coincidimos con las familias en lo más importante que es garantizar el desarrollo armónico y feliz de cada persona.
Los centros educativos y profesionales van tomando conciencia y ganando sensibilidad en el tema de las altas capacidades. Ciertamente las expectativas académicas y profesionales para las personas con altas capacidades van mejorando. En AbileEducativa asesoramos, orientamos y formamos a docentes y a profesionales que lo soliciten. También nos coordinamos y colaboramos con los centros donde estudian o trabajan nuestros alumnos y clientes. Mentes diferentes requieren aprendizajes y experiencias también diferentes. Es una suerte tener un alumno o un compañero talentoso o superdotado.
Las disincronías son desajustes en el desarrollo físico, cognitivo y emocional. Estos desajustes, no necesariamente patológicos, acompañan a casi todos los niños, adolescentes y adultos con altas capacidades. Es frecuente encontrarnos con personas muy capaces y fracasadas, con niños muy inteligentes pero con bajo rendimiento, con adolescentes superdotados y deprimidos o desmotivados, etc. Según los datos que conocemos, dos de cada tres alumnos con altas capacidades rinden por debajo de lo esperado, y aproximadamente la mitad de los adultos muy capaces no han alcanzado sus objetivos vitales. Algunos autores hablan de un problema de “salud pública”. Es importante pues intervenir sobre estas disincronías y orientar el desarrollo personal. Nuestra experiencia es muy positiva en la mayoría de los casos.
El enriquecimiento curricular es una buena medida para la adaptación y desarrollo de los alumnos más capaces. Para que este enriquecimiento sea positivo e inclusivo ha de llegar a todo el alumnado. Se trata de medidas de ampliación y de mejora del aprendizaje pero no tanto en la cantidad sino en la calidad. Es necesario implementar metodologías activas y adaptativas, basadas en evidencia y que sean realistas. Cada alumno tiene su manera y su ritmo de aprendizaje y cualquier medida educativa que apunte hacia la excelencia educativa ha de contemplar la atención a la diversidad.
En AbileEducativa ofrecemos herramientas, estrategias y recursos para poner en marcha programas de enriquecimiento curricular.
Es frecuente encontrarnos con alumnos diagnosticados con TDAH, con Asperger, o con alguna dificultad de aprendizaje. También es frecuente que tanto trastornos de neurodesarrollo como dificultades de aprendizaje conocidas estén eclipsando o camuflando la verdadera capacidad y/o talento de la persona. Es fundamental la coordinación entre agentes educativos y sociosanitarios para hacer un diagnóstico diferencial. Puede darse la doble excepcionalidad y un alumno puede presentar, por ejemplo Asperger y Alta Capacidad. También pueden darse comorbilidades, por ejemplo un alumno inquieto, inatento y desafiante diagnosticado con TDAH y que además presente Altas Capacidades. Sin embargo, en ocasiones se producen errores diagnósticos cuando las causas de estos trastornos y dificultades se explican únicamente o mejor por las características de una alta capacidad. En AbileEducativa colaboramos con agentes sanitarios para ser precisos y validar evaluaciones en estos casos complejos.